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martes, 27 de mayo de 2014

Reflexión domingo 25 de mayo del 2014 VI del tiempo pascual.

Reflexión domingo 25 de mayo del 2014
VI del tiempo pascual.

Muchas veces consideramos nuestra vida una serie de ocasiones que tenemos que vivir, y a pesar de las pruebas y dificultades viene Dios hacerse presente y nos carga, a decirnos aquí estoy no me he ido de tu lado, y nos cuesta tanto comprender eso porque no confiamos plenamente en su amor, en su misericordia. Ya que las pruebas podrán venir una tras otra y no vemos una luz que nos dé respuesta; porque nuestra misma vida está en tinieblas y no deja entrar la luz.
Y el texto evangélico de este domingo comienza con una frase que si realmente nosotros creeríamos no pasaran tantas cosas en nuestra vida… si ustedes me aman, guardaran mis mandamientos…¿pero cuáles son esos mandamientos que se nos presentan en este texto? simplemente el amor si nosotros conociéramos el amor que Dios tiene para nosotros seriamos las personas más felices y no hubiera un porcentaje de personas con estrés con enfermedades terminales, egoísmos etc…
Si fuésemos como María que confió plenamente en él, como aquel día en las bodas de Canaa, plenamente y confiadamente dijo Hagan lo que él les diga
Y continúa el Evangelio diciéndonos y yo rogaré al Padre y les dará otro Protector que permanecerá para siempre con ustedes, "No es amarme el que se haga que se turben, sino el que cumplan mis mandamientos". y esto es en verdad el amor: obedecer y creer al que se ama.Pues por amor el dio su vida por nosotros, solamente por amor; y me quiero quedar con esta frase de los versículos 19 y 20 de San Juan. 
Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes me verán, porque yo vivo y ustedes
También vivirán.  Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre y ustedes están en mí y yo en ustedes.
Una gran promesa de amor para aquellos que realmente creyeron, y Jesús habla en un sentido de pocos me verán, como si el día del juicio se apartara de aquellos que serán separados del amor del Padre, y solo lo verán aquellos que realmente le amaron y creyeron.
También Él está en el Padre por la divinidad, nosotros en El por su nacimiento corporal, y de nuevo El en nosotros por el misterio del sacramento. Porque El atestiguó (Juan_6, 56): "Quien come mi cuerpo y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en El".

Y ahora nos corresponde vivir una vida realmente Cristiana dando un SI verdadero, una afirmación de fe para nosotros mismos y aunque el mundo no quiera aceptar y se encargue de juzgar aquellas decisiones que Dios quiere para el bien terrenal; es a nosotros que nos corresponde pedir al Señor que nos de Sed de El para reconocerle cuando nuestra fe este quebrantada y un día poder decirle aquí estoy Señor para hacer tu voluntad para que mi amor sea decirte Si hasta el final.

Que nuestra vida brille como las estrellas del cielo dando luz aquellos que se encuentran en tinieblas de muerte y que podamos ser sal para darle sabor al mundo un sabor a Cristo…. 

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