Reflexión domingo 25 de
mayo del 2014
VI del tiempo pascual.
Muchas veces
consideramos nuestra vida una serie de ocasiones que tenemos que vivir, y a
pesar de las pruebas y dificultades viene Dios hacerse presente y nos carga, a
decirnos aquí estoy no me he ido de tu lado, y nos cuesta tanto comprender eso
porque no confiamos plenamente en su amor, en su misericordia. Ya que las
pruebas podrán venir una tras otra y no vemos una luz que nos dé respuesta;
porque nuestra misma vida está en tinieblas y no deja entrar la luz.
Y el texto evangélico
de este domingo comienza con una frase que si realmente nosotros creeríamos no
pasaran tantas cosas en nuestra vida… si
ustedes me aman, guardaran mis mandamientos…¿pero cuáles son esos mandamientos
que se nos presentan en este texto? simplemente el amor si nosotros
conociéramos el amor que Dios tiene para nosotros seriamos las personas más
felices y no hubiera un porcentaje de personas con estrés con enfermedades
terminales, egoísmos etc…
Si fuésemos como María
que confió plenamente en él, como aquel día en las bodas de Canaa, plenamente y
confiadamente dijo Hagan lo que él les
diga…
Y continúa el
Evangelio diciéndonos y yo
rogaré al Padre y les dará otro Protector que permanecerá para siempre con
ustedes, "No es amarme el que se haga que se turben, sino el que cumplan
mis mandamientos". y esto es en verdad el amor: obedecer y creer al que se
ama.Pues por amor el dio su vida por nosotros, solamente por amor; y me quiero
quedar con esta frase de los versículos 19 y 20 de San Juan.
Dentro de poco el mundo ya no me
verá, pero ustedes me verán, porque yo vivo y ustedes
También vivirán. Aquel día comprenderán que yo estoy en mi
Padre y ustedes están en mí y yo en ustedes.
Una gran promesa de amor para aquellos que realmente creyeron, y Jesús
habla en un sentido de pocos me verán, como si el día del juicio se apartara de
aquellos que serán separados del amor del Padre, y solo lo verán aquellos que
realmente le amaron y creyeron.
También Él está en el Padre por la divinidad, nosotros en El por su
nacimiento corporal, y de nuevo El en nosotros por el misterio del sacramento.
Porque El atestiguó (Juan_6, 56): "Quien come mi cuerpo y bebe mi
sangre, permanece en mí y yo en El".
Y ahora nos corresponde vivir una vida realmente Cristiana dando un SI
verdadero, una afirmación de fe para nosotros mismos y aunque el mundo no
quiera aceptar y se encargue de juzgar aquellas decisiones que Dios quiere para
el bien terrenal; es a nosotros que nos corresponde pedir al Señor que nos de
Sed de El para reconocerle cuando nuestra fe este quebrantada y un día poder
decirle aquí estoy Señor para hacer tu voluntad para que mi amor sea decirte Si
hasta el final.
Que nuestra vida brille como las estrellas del cielo dando luz
aquellos que se encuentran en tinieblas de muerte y que podamos ser sal para
darle sabor al mundo un sabor a Cristo….
0 comentarios:
Publicar un comentario
Click to see the code!
To insert emoticon you must added at least one space before the code.